MALDITOS, MALDITOS, CIEN MIL VECES MALDITOS. ETA NO

ETA ASESINA, MALDITA SEAS

Ignacio Uría

Una vez más los asesinos han vuelto a actuar. Esta vez le ha tocado a un empresario. Un hombre de 71 años, Ignacio Uría. Parece ser que esta vez la excusa de los asesinos es que la empresa de este hombre es una de las que está construyendo las infraestructuras del tren de alta velocidad. Y POR LO VISTO LOS ASESINOS ESTÁN EN CONTRA y claro, como su lenguaje es el terror, pues le han pegado dos tiros.

Malditos, malditos, cien mil veces malditos. Que la furia de todas las civilizaciones caigan sobre vosotros, que nadie os perdone nunca, que nuestro odio os inunde y no os permita vivir en paz.

No puedo ni quiero ser politicamente correcta, se que debería hacer un sesudo análisis sobre la situación política del País Vasco, que debería soltar un magnífico discurso sobre lo mal que lo hacemos los políticos, que no damos salida a el problema del terrorismo. Sí se que debería o que algunos creen que debería hacer todas esas cosas y algunas más.

Pero me niego, sólo me sale la rabia, sólo entiendo del dolor de una familia más que hoy ha sido golpeada de la peor manera, robándoles la vida de uno de los suyos.

Hoy de lo único que entiendo es del dolor reproducido en esas familias que también han sido marcadas con el mismo látigo.

Hoy de lo único que entiendo de condenar y mil veces condenar a estos asesinos, a esa gentuza que mata sin escrúpulos en nombre de no se sabe que.

Pues yo os condeno, creo que 3000 años de cárcel no es suficiente para gentuza como vosotros, creo que os merecéis el desprecio de la inmensa mayoría, creo que sois la peor escoria que existe.

Y para terminar añadir algo más, esa gentuza es tan condenable como esos otros que les defienden.

Contra el terrorismo y los que les disculpan LA CONDENA MÁS ABSOLUTA y la MALDICIÓN MÁS ETERNA.