CALUMNIA QUE ALGO QUEDA

En el Pleno del miércoles, Izquierda Unida exigió una respuesta a una denuncia formulada por el PSOE en el Pleno anterior sobre vulneración de derechos fundamentales debido a la no entrega de información por el Gobierno Municipal.

Cuando pregunté sobre ello, la portavoz de los socialistas nos informó que ya no había tal. Cosa sorprendente porque los derechos o se han vulnerado o no. Naturalmente, en los medios de Arganda (ver El Este) se publica una rueda de prensa con la denuncia.

Podría decir que se hace política, la mitad de las veces, para la prensa y que la verdad no parece demasiado importante.

En la Moción Urgente de la que se habló en el pleno anterior, el Grupo de Izquierda Unida se quedó con la sensación de que bajo la terminología jurídica, o se escondía un asunto tremendamente grave, o un malentendido o ambas cosas.

Pues al parecer no. Y aquí se han juntado las churras y las merinas para quitarle un poquito de dignidad a la política una vez más.

Por una parte el Gobierno Municipal se retrasa y racanea en la presentación de información. Deberían ser más sensibles a la petición de información porque es su obligación facilitar medios, recursos para mejorar la transparencia de nuestro ayuntamiento, y más en momentos como los que vivimos, buscando interpretaciones del espíritu de la ley más que de su forma.

En todo caso, una imputación de vulneración de derechos es sumamente grave para el que la recibe y para el que la formula y, en ambos casos, se exige responsabilidad y formas.

Desde luego, cuando se hace una imputación de vulneración de derechos fundamentales cuyas consecuencias son sumamente graves (entre ellas la inhabilitación de cargo público) se debe exigir a quien las formula responsabilidad. Y más si como se deduce de los distintos documentos esas imputaciones no afectan sólo a responsables políticos sino a trabajadores municipales. Y no es responsable montar una rueda de prensa para desmentir la denuncia al día siguiente.

Pero cada cual sabe cómo hacer política. Lo que a mi me parece es que la dignidad, la cortesía y el respeto a los demás es la forma con la que debe hacerse política, sea en el gobierno o la oposición.

Pasarse la vida denunciando, en los juzgados o llenando los registros de papeles no es un ejercicio político. La política es relacionarse con la ciudadanía y formular propuestas políticas. Hay en Madrid demasiados ventiladores puestos sobre la porquería para que los que trabajamos en los Ayuntamientos nos dediquemos a poner más.

Pero hay quien juega a "calumnia que algo queda" y esa es muy mala práctica cuando quieres representar a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas.